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El no realizar la declaración anual puede traer consecuencias que afectan no solo tu situación fiscal, sino también económica.
En este artículo te detallamos cuáles son las sanciones que podrías enfrentar si pasas por alto esta obligación y cómo hacer para que esto no se convierta en un dolor de cabeza.
La declaración anual de impuestos es un documento oficial en el cual las personas físicas y morales reportan los ingresos u operaciones que tuvieron durante un año fiscal. Este trámite debe realizarse anualmente ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). La fecha límite para personas morales (empresas) es el 31 de marzo y para las personas físicas (individuos) es el 30 de abril.
Más allá de su importancia, la declaración anual es una obligación ciudadana, ya que este trámite ayuda a tener más claridad en cuanto a las actividades económicas de tu negocio.
Mientras que para la autoridad fiscal este reporte le permite tener más reguladas las operaciones de los contribuyentes y poder aumentar la recaudación a través del pago de impuestos, que permita invertir en planes sociales, educativos, salud, servicios públicos y seguridad.
En el caso de las personas morales, todas están obligadas a presentar su declaración ante la autoridad fiscal.
Mientras que las personas físicas que solo reciban sueldos y salarios deben declarar en los siguientes casos:
Cabe destacar que las personas físicas que se encuentren en Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) o en Pagos Definitivos del Régimen de Plataformas Digitales no están obligadas a hacer la declaración; sin embargo, pueden hacerla si así lo desean.
El no cumplir con las obligaciones fiscales dentro de los plazos señalados o hacerlo de forma extemporánea puede acarrear distintas sanciones incluidas en el Código Fiscal de la Federación (CFF), entre ellas:
Una de las sanciones consta de recargos o intereses moratorios al total del adeudo, además de actualizaciones de la deuda por inflación, esto justificado como una indemnización al fisco federal.
Los contribuyentes pueden enfrentar dos tipos de multas: una por no hacerla y otra por cada una de las obligaciones que haya incumplido. Los montos de estas sanciones por no declarar van desde los 1,400 pesos mexicanos, hasta los 17,370 pesos mexicanos. Si le tocaba hacer la declaración anual por Internet y no la hizo, podría llegar a pagar hasta 28,490 pesos mexicanos de recargos.
Mientras que por la declaración anual hecha luego del plazo oficial o por incumplir requerimientos, puede enfrentar multas de hasta 34,730 pesos mexicanos.
Las multas impagas también son un problema, pues quienes las evadan podrían recibir sanciones extras.
El incumplimiento de la declaración anual puede afectar tu historial crediticio ante el Buró de Crédito, debido a que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) envía los datos de los adeudos fiscales a las Sociedades de Información Crediticia (SIC).
Esto podría impedirte acceder a créditos hipotecarios, tarjetas de crédito o recibir productos financieros con tasas de interés elevadas.
Tanto las personas morales como físicas, pueden enfrentar embargos a sus cuentas por parte del SAT, el organismo está habilitado para intervenir o congelar las cuentas y también puede embargar algunos bienes como forma de pago de los adeudos.
Otra afectación por no presentar la declaración anual es la restricción temporal del certificado de sello digital, lo que te impide emitir facturas o comprobantes fiscales hasta tanto no resuelvas tu situación fiscal.
En caso de que no hayas cumplido con la declaración o pago de impuestos dentro de los plazos señalados y recibas una multa o sanción, tendrás un plazo máximo de 30 días hábiles para regular tu situación fiscal ante el Servicio de Administración Tributaria.
Para esto recibes una notificación y un Formato para Pago de Contribuciones Fiscales (FCF).En caso de obviar esto puedes ser incluido en la lista de deudores del Fisco Federal y enfrentar las sanciones expuestas anteriormente.
Muchos de estos casos de sanciones ocurren por desconocimiento o falta de orientación, en Konta podemos ayudarte a evitarlo.
No solo registramos tu negocio gratis ante el SAT, sino que también realizamos un análisis fiscal para entender cuál es tu situación ante el organismo.
Después, hacemos un plan a tu medida para regularizar tu situación fiscal y nos encargamos de que tu opinión de cumplimiento sea positiva.
Además, nuestro sistema de alertas y notificaciones te recuerdan las fechas límites y te salvan de posibles multas por no atenderlas.
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