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En el diverso mundo de la contabilidad y la tributación en México, existe un régimen diseñado especialmente para simplificar la vida de ciertos contribuyentes: el Régimen Simplificado de Confianza, o RESICO. Este esquema, propuesto por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), busca no solo agilizar los procesos fiscales, sino también aliviar la carga tributaria de aquellos con ingresos más modestos.
El Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), como su nombre sugiere, es una alternativa más simple y sencilla para cumplir con las obligaciones fiscales en México. Este enfoque se basa en las mejores prácticas internacionales y tiene como objetivo principal reducir las tasas de Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas físicas y morales con ingresos anuales limitados.
Este régimen está vigente desde el año 2022, y los contribuyentes inscritos en él deben pagar un porcentaje de sus ingresos que va del 1% al 2.5%. Debido a que es una tasa de pago baja del ISR, no se puede deducir ningún gasto.
De acuerdo al SAT, el RESICO es una oportunidad valiosa para simplificar las obligaciones fiscales en nuestro país. La idea detrás de esta iniciativa es permitir que aquellos que ganan menos que otros contribuyentes realicen sus pagos de impuestos de manera sencilla y efectiva.
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De acuerdo a las disposiciones del SAT para este régimen fiscal, los contribuyentes que pueden tributar en RESICO son los siguientes:
De acuerdo al Artículo 113-E, Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), las personas físicas que pueden tributar bajo este régimen son aquellas cuyos ingresos anuales no pasen de los 3.5 millones de pesos y aplica en los siguientes casos:
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Pueden tributar las personas morales que tengan ingresos que no sobrepasen los 35 millones de pesos en el año. Este beneficio se aplica especialmente a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES) compuestas únicamente por personas físicas.
El RESICO contribuye a fortalecer la dinámica económica y la competitividad del país al liberar recursos financieros para gastos inmediatos de las empresas. Esto se logra al cambiar la dinámica de pago de impuestos para las personas morales. Antes, los impuestos se pagaban una vez que se facturaban las ventas, incluso si los clientes no habían efectuado el pago. Con el RESICO, los impuestos se pagarán solo cuando los ingresos se hayan cobrado efectivamente, liberando así otros recursos financieros.
Aquellos contribuyentes que no pueden aprovechar los beneficios de este régimen fiscal son:
En conclusión, el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) ofrece una solución valiosa para aquellos con ingresos limitados que buscan simplificar sus obligaciones fiscales. Tanto personas físicas como morales pueden aprovechar este régimen para agilizar sus procesos y aliviar su carga tributaria. Con una tasa de impuestos menor y la simplificación administrativa, el RESICO es una opción atractiva para quienes cumplen con los requisitos establecidos. Al conocer quiénes pueden tributar bajo este régimen y cómo funciona en la práctica, los contribuyentes pueden tomar decisiones financieras más informadas y optimizar su situación fiscal en México.
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